En un sorprendente giro que parece sacado directamente de las tramas de Hollywood, el guacamayo de Spix, protagonista de la aclamada película «Río» de 20th Century Fox, enfrenta un destino mucho más sombrío en el mundo real que el de su contraparte animada, Blu. Un estudio ha revelado que esta especie, oriunda de Brasil, ya no se encuentra en la naturaleza.
La encantadora historia de Blu, que viajaba miles de kilómetros para salvar a su especie, cautivó a audiencias globales. Sin embargo, la realidad es que el guacamayo de Spix ya luchaba por su supervivencia mucho antes de que la película llegara a las salas de cine.
Según BirdLife International, el guacamayo de Spix es una de las ocho especies de aves —la mitad de ellas brasileñas— confirmadas como extintas o sospechosas de estarlo.
La deforestación ha sido identificada como la principal causa detrás de la desaparición de estas aves de sus hábitats naturales, dejando en claro el impacto devastador de la actividad humana en la biodiversidad del planeta.
En «Río» (2011), Blu es un guacamayo que ha crecido en cautiverio y se embarca en una aventura desde Minnesota a Brasil con la esperanza de encontrar a Jewel, la última hembra de su especie, para repoblarla.
No obstante, el estudio sugiere que la realidad habría sido mucho menos esperanzadora, indicando que Jewel, de haber existido, probablemente habría muerto en el año 2000, mucho antes de que la película se estrenara.
A pesar de este sombrío panorama, no todo está perdido para el guacamayo de Spix. El informe destaca un rayo de esperanza: entre 60 y 80 individuos de la especie aún sobreviven en cautiverio.
Este dato abre la puerta a potenciales programas de conservación y reproducción que podrían, algún día, reintroducir al guacamayo de Spix en su hábitat natural.
La historia de Blu, aunque ficticia, sirve como un poderoso recordatorio de los desafíos reales que enfrentan muchas especies alrededor del mundo debido a las acciones humanas.
Tal vez, con esfuerzos concertados y una mayor conciencia sobre la conservación, el guacamayo de Spix pueda tener una segunda oportunidad en el mundo natural, transformando este cuento de Hollywood en una realidad para las futuras generaciones.