— La histórica y venerada pieza regresó a coronar el altar mayor del Templo de San Juan de Dios.
Tras ser intervenida por el INAH y especialistas de la Secretaria de Cultura de Gobierno del Estado, a petición de la Diócesis de Parral y en colaboración con la Administración que encabeza el alcalde César Peña Valles, regresó al templo de San Juan de Dios la venerada imagen de la Virgen de la Soledad, que es patrimonio cultural e histórico de todos los parralenses.
El trabajo de estabilización de la pieza histórica se logró gracias a la participación de los diferentes organismos que aportaron en suma un recurso compartido de 135 mil pesos con el fin de que los especialistas rehabilitaran la imagen procesional que ha existido en la ciudad por más de 300 años.
Este esfuerzo, según destacó el antropólogo Jorge Carrera Robles, delegado del Centro INAH Chihuahua, fue posible gracias al esfuerzo de la propia institución, el Gobierno de Parral, la Diócesis de Parral, Gobierno del Estado y los fieles católicos que aportaron su granito de arena para generar un estudio que permitiera la intervención de la imagen.
La regidora Liliana Valdez Córdoba, a nombre del alcalde César Peña Valles, agradeció a todos los actores partícipes en el acto, por el trabajo coordinado y el interés manifestado para conservar la pieza que tiene un valor invaluable para los parralenses, al grado de ser patrimonio cultural e histórico integrado al Camino Real de Tierra Adentro.
Asimismo, añadió que la intervención recibida por el bien mueble es de gran importancia porque se trata de una imagen que a través de los siglos ha sido resaltada por la propia comunidad, pues la Virgen de la Soledad es patrona de los mineros, única pieza coronada en la identidad y cuyo origen data presumiblemente de a principios del siglo XVIII.
En este sentido, dijo que el alcalde César Peña y toda la Administración Municipal están comprometidos en proteger el patrimonio histórico de la ciudad, con el fin de que pueda conservarse y seguir siendo orgullo de la ciudadanía.
Dicha intervención de la sagrada escultura, técnicamente se llevó acabo del 7 de noviembre al 3 de diciembre del año en curso pero contó con una preparación previa de un año que incluyó los estudios correspondientes para garantizar su adecuada conservación, que consistió en retirar materiales que la dañaban y estabilizar su integridad física.
El acto de reintegración fue encabezado por el Vicario General de la Diócesis de Parral, el presbítero Jesús Alfonso Baca Méndez, el antropólogo Jorge Carrera Robles, la maestra Nithia Castorena-Sáenz, del Departamento de Museos del Estado y la regidora Liliana Valdez Córdoba, así como el equipo de restauradoras compuesto por Angélica Vázquez Martínez, Mildret Arellano Menchaca y Fernanda Manini.