La ciudad ha dado constantes muestras de rechazo a las tropas de Putin, que reprimieron protestas pero no pueden contener el repudio general.
La enorme bandera ucraniana volvió a ondear este jueves en el frontis del Ayuntamiento de Kherson, ciudad sureña que fue ocupada por las tropas rusas a inicios de marzo y que ha visto numerosas muestras de rechazo, en medio de una crisis humanitaria cada vez más grave.
“En la noche en que el ayuntamiento fue disparado, se rompió la cuerda en la que se sostenía nuestra bandera estatal. Sí, era hora de reemplazar la propia bandera – se quemó y se quemó”, escribió en su cuenta de Facebook el alcalde de la ciudad, Igor Kolykhaev.
“No era bueno así. Hoy tuvimos la oportunidad de colgar una nueva. ¡Que tengas un buen día mi ciudad héroe!”, escribió.
Las tropas rusas han hecho avances en ciudades menores y cercanas las fronteras. Pero aún en ellas, no han podido establecer una total dominación.
Kherson se encuentra al borde de la catástrofe humanitaria, denunció el Ministerio de Exteriores ucraniano.
“La situación humanitaria se está deteriorando rápidamente. La ciudad carece críticamente de alimentos y suministros médicos debido al asedio. Los recién nacidos, que carecen de productos de nutrición e higiene infantil, y los pacientes graves constituyen la población de especial riesgo”, señaló en un comunicado el ministerio.
Afirma que “los invasores rusos toman represalias contra los residentes de la ciudad” y recuerda que este lunes abrieron fuego contra manifestantes pacíficos en la plaza de la Libertad, hiriendo a un anciano.
El ministerio agrega que “alrededor de cien estudiantes internacionales, principalmente de países africanos, se encuentran actualmente en Jersón”.
“A pesar de los esfuerzos del Gobierno de Ucrania y de las organizaciones humanitarias internacionales, la Federación Rusa sigue negándose a crear un corredor humanitario para la evacuación de civiles y la entrega de alimentos. La ciudad se acerca a una catástrofe humanitaria cada día que pasa”, señala el comunicado.
La ciudad, con cerca de 300.000 habitantes, está situada junto al río Dniéper y a orillas del mar Negro, y es un punto estratégico en la ofensiva rusa iniciada el pasado 24 de febrero, por su cercanía con Crimea, la península anexionada por Rusia en 2014.
(Con información de EFE)