Por: Lic. Diana Lorena Oayan Ruiz
Cuantas ocasiones sientes que el lugar donde trabajas ya no es lo mismo que cuando iniciaste hace meses o años.
En un trabajo debes sentirte pleno, con animos y gustoso de que sea el día siguiente y acudir a tu día laboral.
Si no es asi es tiempo de realizar una valoración y pensar si debes continuar en el mismo lugar.
El trabajo es uno de los factores que más influye en nuestro bienestar y nuestra felicidad. Pasamos muchas horas del día trabajando, y sentirnos realizados en este ámbito de nuestra vida es crucial para tener una vida plena.
Hay varias circunstancias en que deberías pensar muy seriamente en abandonar el puesto laboral.
- Sientes que tu trabajo np te llena y que podrias hacer mas.
- Los compañeros de trabajo influyen mucho en tu animo, lo cual se puede volver muy agradable o toxico y se refleja en tu desempeño.
- Cuando iniciaste en tu trabajo sentias que poco a poco podias mejorar, capacitarte mas e incluso mejorar de puesto y aumentar tus ingresos en fin superarte dentro de tu empresa.
- La relación laboral y de respeto que tengas con tu jefe o superiores, si tienes una mala relación con ellos y no crees que tenga solución, mejor que te plantees una salida.
- Un factor muy importante es no sentirte agusto o que tus valores, etica o creencias religiosas no sean afines a ti en ese lugar, debes replantearte si quieres seguir en ese trabajo.
La incertidumbre que provoca un cambio puede que nos genere miedo e impida hacer un cambio en nuestra vida profesional. No obstante, debemos ser objetivos y valorar todos los aspectos relevantes para no perder ninguna oportunidad positiva para nuestra carrera.
Cambiar de trabajo es una decisión que no debe ser tomada a la ligera. Tu rutina de trabajo, tus responsabilidades, tus compañeros de trabajo… todo va a cambiar. Será el momento de sentarte y valorar las consecuencias, tanto negativas como positivas, que podrías tener con un cambio de trabajo.
Si decides cambiar de trabajo…
Es importante que comuniques tu decisión con tiempo y, de ser posible, colabores en la formación del nuevo trabajador que reemplazará tu trabajo. No olvides nunca agradecer a tu actual empresa por todo lo que has aprendido y por todo lo que ha aportado a tu carrera profesional.
¡Mucha suerte!