En la carretera Zacatecas-Durango se desató una balacera entre grupos de la delincuencia organizada.
Cuando las balas llovían de un lado a otro, el franciscano Juan Antonio Orozco Alvarado viajaba desde Valparaíso, Zacatecas, hacia Pajaritos, Durango, para oficiar una misa.
De repente, una bala perdida le quitó la vida.
El sacerdote Juan Antonio era párroco de Santa Lucía de la Sierra, comunidad de Valparaíso.
La Provincia Franciscana de los Santos Francisco y Santiago en México emitió un comunicado, en el que lamentó el hecho e hizo un llamado a las autoridades gubernamentales para que garanticen las condiciones de seguridad a la población.
En la Parroquia de Santa Lucía de la Sierra también se envió un mensaje para despedir a este franciscano, quien apenas tenía seis meses oficiando misa en este lugar.