Eduardo Fernández Herrera, secretario de Salud del Estado de Chihuahua, declaró que la situación es “catastrófica”, hubo confianza porque llegaron las primeras y pocas vacunas. Por ello impusieron el Supercierre.
“Le perdimos el miedo al virus, nos confiamos por la vacuna, nos fuimos de vacaciones, iniciaron las campañas, nos movemos más, nos cuidamos menos, nos contagiamos más”, aseveró Eduardo Fernández al anunciar el Supercierre de todas las actividades no esenciales el fin de semana.
Declaró que “Chihuahua ya está en situación catastrófica”, es el estado con la peor situación del país, tanto que es “mal ejemplo” a nivel nacional.
Aún está en Semáforo Naranja con 21 puntos en el índice de riesgo epidemiológico, a sólo cuatro puntos de llegar al Rojo.
La tasa de transmisión está arriba de 1.0, es una cifra altísima, significa que cada persona que contagia termina contagiando a los pocos días a otra, eso hace que suba exponencialmente la ola de infecciones.
Los hospitales están en una situación no vista en toda la pandemia: la mayoría de hospitalizados tienen menos de 60 años.
Cabe recordar que Chihuahua tiene poco porcentaje de vacunados y los adultos mayores de la capital y Juárez apenas recibireron hace pocos días la primera dosis, por lo cual ni siquiera ellos están inmunizados.
Eso generó una falsa confianza, alertó Fernández. Para frenar una epidemia hace falta lograr inmunidad colectiva (inmunidad de rebaño), que significa proteger a más de la mitad..
Supercierre.
El Supercierre aplicará en todo el estado desde las 23:29 horas del viernes 23 de abril hasta el lunes 26 de abril. También del viernes 30 de abril desde las 23:59 hasta el lunes 3 de mayo a las 6:00.
Sólo permitirán actividades esenciales. Los negocios de comida deberán vender para llevar o a domicilio.