La escritora, periodista y autora del libro Can’t Even: How Millennials Became the Burnout Generation, Anne Helen Petersen, describe el “burnout” como algo más allá de agotamiento físico o psicológico, es el sentimiento de estar exhausto de la vida misma pero a pesar de ese agotamiento, seguir adelante, sin descansar. Una de las características del burnout (también conocido como “síndrome del trabajador quemado” o “síndrome de desgaste profesional”) es no tener sensación de logro al terminar algo estresante como un examen final o proyecto importante en el trabajo. Es estar constantemente buscando obtener esa sensación de logro sin poder alcanzarla, ya sea por ansiedad, carga de trabajo o distracciones. Josh Cohen, psicoanalista especializado en burnout, lo describe de la siguiente manera: “Te sientes burnout cuando has agotado todos tus recursos internos, pero no puedes liberarte de la compulsión nerviosa de seguir adelante».Los efectos que suelen acompañar este síndrome son ansiedad, insomnio, conflictos interpersonales, bajo desempeño laboral, menor creatividad, renuncias y enfermedades. Según Petersen, “parte de la razón por la que las personas trabajan todo el tiempo es que les aterroriza lo que sucedería si no lo hicieran. Y lo que les aterroriza es la precariedad, no tener ningún tipo de respaldo ni ningún tipo de red de seguridad», comentó para la publicación EdSurge. Aunque se considera el burnout como una condición que afecta principalmente a los Millennials, el síndrome no es nuevo. El burnout fue diagnosticado por primera vez en 1974 por el psicólogo Herbert Freudenberger, quien asignó este síndrome a casos de colapso físico o mental causado por exceso de trabajo o estrés. Aunque su traducción literal es “agotamiento” el burnout va más allá, ya que es sentirse exhausto pero no detenerse, seguir así por más tiempo, años incluso.