Se acerca una fecha que simboliza amor y esperanza para unos, sin embargo también simboliza tristeza y nostalgia para otros, todo depende de las situaciones que hayas vivido, existen diferentes motivos por los cuales para ti pudiera ser una fecha en la que te deprimes, es importante identificarlos para poder superarlos.

La pérdida de un ser querido o la añoranza de la infancia son algunas de las causas que provocan tristeza y nostalgia.

Reconocer los sentimientos negativos y compartirlos es una buena forma de combatir la ‘depresión navideñas.

Durante las fiestas navideñas, muchas personas sufren nostalgia, tristeza, sensación de desasosiego y, sobre todo, ganas de que se pasen cuanto antes. Estos son algunos de los síntomas que se presentan durante las fechas navideñas, e incluso antes de que llegue. Y es que, lejos de ser una época llena de alegría y felicidad, para muchas personas la Navidad es una época de tristeza y melancolía. 

La soledad o la pérdida de un ser querido son las causas más comunes, pero también influyen otras circunstancias, como “separaciones, los divorcios, el cambio de residencia de algún familiar cercano que no pueda estar presente en la mesa… acontecimientos que incrementan el malestar. Cualquier “falta” o cambio significativo vivido por la persona como negativo o amenazante hace que sintamos una mayor infelicidad. 

Los seres humanos somos seres sociales, por lo que la falta de alguna de nuestras personas queridas, hace que aumente nuestro malestar”.

Por qué en Navidad.
La Navidad tiene muchos ingredientes que pueden contribuir a generar malestar, sobre todo porque son fechas en las que se nos invita a ser felices, y el sentir que no lo somos suficiente puede hacernos sentir desasosiego. Este sentimiento se ve potenciado por el ‘bombardeo’ mediático que, nos llega desde distintos frentes, como “la publicidad, las redes sociales y el cine, que inundan el mobiliario urbano, las revistas, pantallas y carteleras con imágenes ideales de familias celebrando la Navidad”.

Además, la Navidad despierta en nosotros una gran melancolía por la infancia perdida, “son fechas que traen recuerdos infantiles de felicidad, juego, disfrute… algo que a medida que nos convertimos en adultos se va convirtiendo en fechas en las que existen obligaciones, excesos en todos los sentidos y un gran esfuerzo económico en numerosas ocasiones innecesario, a menudo incurriendo en pequeñas deudas que nos pasan facturas más tarde”. 

Todo esto puede provocar una sensación de ‘pérdida de control’, que lleva a estados de ansiedad y estrés.

Cómo podemos combatirla.
La mejor forma de prevenir y combatir los sentimientos negativos que nos provoca la Navidad es ser conscientes de ellos, “se pueden hacer ejercicios de toma de conciencia de las fechas que se acercan, de los sentimientos que nos generan y tratar de dar un sentido a todas las emociones que nos surgen ante el pensamiento de que se acercan las Navidades”. 

Aceptar que no nos gusta la Navidad, por qué no nos gusta y localizar aquellas cosas que más nos afectan, es un buen comienzo para no pasarlo mal, o al menos, sobrellevarlo. Después, la clave está en vivir el presente e intentar ser más positivo. Se pueden emplear técnicas de relajación que permitan vivir el momento presente, verle el lado bueno y no tanto estar pendiente del deseo de que pasen las Navidades”. 

Hacer partícipes a nuestro entorno de cómo nos afecta la Navidad también puede ayudar a que nos sintamos más comprendidos, menos obligados a participar en algunas actividades y, por tanto, se atenúe nuestro malestar.

Cuándo pedir ayuda.
Las personas con problemas previos de depresión o ansiedad tienen más posibilidades de padecer tristeza en Navidad y de que se agudicen sus síntomas, por eso hay que estar atentos. Además, hay personas que, por su carácter, también son más propensas, personas que tienden a verlo todo negro, pesimistas… lo que les dificulta situarse en otro punto de vista y darle un cambio de sentido a las emociones negativas que aparecen.

Es importante pedir ayuda si los síntomas depresivos que achacamos a la Navidad y todo lo que la rodea no cesan una vez acabadas las fiestas y si se presentan nuevos signos que dificultan nuestra vida cotidiana, como “dolores, malestar, insomnio, ansiedad, inquietud o intranquilidad.

No tengas miedo de comenzar un proceso psicológico, busca ayuda, después de hacerlo te sentirás mucho mejor.

Por NotiRed34

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