Este domingo, el Gobierno de Parral y las logias masónicas de la región recordaron el 8 de septiembre de 1944, día de la trágica inundación en la que Jesús Valdez «El Cuadrado», un joven atleta de 33 años, entregó su vida por salvar la de otros, mostrando su gran espíritu de servicio.

Con la presencia de elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos de Parral e integrantes de las logias masónicas de Santa Bárbara, San Francisco del Oro y Parral, el homenaje luctuoso comenzó con la frase: «El servicio a los demás en su momento de necesidad es un privilegio y un honor».

Armando Fino, de la Logia Reconstrucción, fue el encargado de brindar una semblanza de la vida de aquel niño nacido en Saltillo, Coahuila, el 11 de enero de 1911. Se sabe que Jesús Valdez llegó a estar en un asilo de huérfanos, del que escapó a los 7 años para buscar su propio camino y, con gran esfuerzo, alcanzar sus anhelos. Realizó varios oficios, pero fue en el deporte y su espíritu de servicio donde encontró sus mayores motores.

Valdez Montes fue un excelente nadador, salvavidas, bombero, scout, explorador, levantador de pesas, corredor, gimnasta, andarín, cazador, alpinista, banderillero y extra de cine, pero, sobre todo, destacó como un hombre cuya vocación y acciones en beneficio de la comunidad chihuahuense lo hacen merecedor del título de héroe civil.

Se tiene conocimiento de que «El Cuadrado» llegó a Parral hacia 1925 en su trayecto a la ciudad de Chihuahua. A los 14 años comenzó su lucha por la vida desempeñando diversas actividades, pero fue en El Círculo Juvenil, donde llegó como mozo, que descubrió su pasión por el deporte. En 1930, se ganó un lugar en el equipo de atletismo de dicho círculo, destacando como nadador.

Más tarde, formó parte del equipo scout, y debido a sus grandes dotes como discípulo, se convirtió en maestro de la Tribu de Exploradores Mexicanos (grupo Scout). Gracias a sus habilidades físicas, realizó varias proezas, llegando incluso a la ciudad de Nueva York en una gran caminata. Sin embargo, el destino lo llevó de regreso a Parral en 1944, cuando el Padre Pelayo lo invitó a ayudar en la formación de un grupo de boy scouts.

Así, la noche del 8 de septiembre de 1944, durante la fatídica inundación, «El Cuadrado» se unió de inmediato a los grupos de rescate. Tras salvar a varias personas de las aguas acumuladas en las calles Mercaderes y Jesús García, frente a la Casa del Pueblo, hizo contacto con un cable de alta tensión, perdiendo la vida en su intento de ayudar a los demás.

Martín Quiñonez, de la Logia Ciencia y Virtud, destacó el gran espíritu de servicio de aquel joven hombre, cuyo cuerpo fue encontrado 19 días después entre los escombros de la catástrofe. Fue velado inicialmente en Parral y luego en la Ciudad de Chihuahua, donde Bomberos y un numeroso contingente de instituciones y asociaciones le rindieron un sentido homenaje. Fiel a la divisa de su tribu de exploradores, vivió para servir.

El acto concluyó con la presencia de Homero Robles de la Fuente, titular de Acción Cívico-Social de la Presidencia, quien encabezó un minuto de silencio. Posteriormente, se colocaron ofrendas florales y se montó la correspondiente guardia de honor.

Por NotiRed34

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