Este 23 de octubre se celebra en México el Día del Médico, un festejo que año con año no pasa desapercibida debido a su gran labor diaria, pero que en este 2020 no será una celebración cualquiera, ya que la labor del personal médico y de salud fue, y sigue siendo más que fundamental en el país y en el mundo entero, debido a la pelea que se mantiene por combatir la pandemia por el Covid-19.
Según información de la ONU, a nivel mundial solo el 5% de casos positivos por Covid-19 corresponden al personal médico; un descenso por demás notable a comparación del 14% que se manejaba a medio año cuando el mundo entero se encontraba en alerta máxima. Eso habla del control que se realizó en centros médicos, y de la labor de los médicos hacia sus pacientes como con ellos mismos, al mantener las medidas adecuadas para el control de la enfermedad.
¿Por qué se celebra en México el día del Médico y desde cuándo?
Fue gracias a la labor del Doctor Valentín Gomez Farías, que en México el Día del Médico se celebra el 23 de octubre. En ese día, pero de 1833 el galeno inauguró el Establecimiento de Ciencias Médicas en la Ciudad de México; el cual poco a poco se fue integrando a la administración de la entonces Universidad Nacional de México (UNAM para 1929), hasta formar parte de la Facultad de Medicina. La Convención de Sindicatos Médicos Confederados de la República estableció el 23 de octubre como el Día del Médico, en 1937.
¿Cuándo es el Día del Médico en otros países?
A pesar de que en México se cuenta con un día en especifico para celebrar la labor del doctorado, a nivel internacional el Día del Médico se celebra el 3 de diciembre, como homenaje a lo hecho por el Doctor Carlos Juan Finlay.
El médico, nacido en Camagüey, Cuba, un 3 de diciembre de 1833 recibió instrucción escolar durante su juventud tanto en Cuba, como en Francia y en Estados Unidos. Fue en este último donde cursó la carrera de medicina, y una vez ejerciendo, realizó diversas investigaciones tanto en Europa como en Norteamérica además de su natal Cuba, lo cual derivó en el descubrimiento del Aedes Aegipty como transmisor de la Fiebre Amarilla; además de sus aportaciones para la solución del problema del tétanos infantil.
Es por ello, que la Organización Panamericana de la Salud, durante su Congreso Panamericano en Dallas el 3 de diciembre de 1953 estableció ese día como el Día Internacional del Médico.
Cabe señalar que, una vez comprobadas las teorías de Finlay fue posible atacar dicha enfermedad, la cual, por 20 años evitó las labores de diseño y construcción del Canal de Panamá en América central y la región del Caribe.
Frases para felicitar a todos los doctores de México
Como podemos observar, la labor de los médicos es por demás fundamental; y más hoy en día en los que se busca el tratamiento más efectivo para combatir el Covid-19, al menos hasta la existencia de una vacuna.
Al día de hoy, el virus ha atacado a 874,171 personas en México, pero afortunadamente 636,391 de ellas han logrado recuperarse, gracias a la labor, mayormente de los médicos quienes encaminaron al paciente al mejor tratamiento para evitar mayores complicaciones. Hoy en día es difícil no conocer a alguien, o hasta ya haber pasado por la enfermedad; por lo que muchos de los que ya sufrieron los estragos del Covid-19 encontraron en un médico al único apoyo en un momento difícil.
Oración del médico
Señor Jesús, Médico divino,
que en tu vida terrena
tuviste predilección por los que sufren
y encomendaste a tus discípulos
el ministerio de la curación,
haz que estemos siempre dispuestos
a aliviar los sufrimientos de nuestros hermanos.
Haz que cada uno de nosotros,
consciente de la gran misión que le ha sido confiada,
se esfuerce por ser siempre instrumento
de tu amor misericordioso en su servicio diario.
Ilumina nuestra mente.
Guía nuestra mano.
Haz que nuestro corazón sea atento y compasivo.
Haz que en cada paciente
sepamos descubrir los rasgos de tu rostro divino.
Tú, que eres el camino,
concédenos la gracia de imitarte cada día
como médicos no sólo del cuerpo
sino también de toda la persona,
ayudando a los enfermos
a recorrer con confianza su camino terreno
hasta el momento del encuentro contigo.
Tú, que eres la verdad,
danos sabiduría y ciencia,
para penetrar en el misterio del hombre
y de su destino trascendente,
mientras nos acercamos a él
para descubrir las causas del mal
y para encontrar los remedios oportunos.
Tú, que eres la vida,
concédenos anunciar y testimoniar en nuestra profesión
el «evangelio de la vida»,
comprometiéndonos a defenderla siempre,
desde la concepción hasta su término natural,
y a respetar la dignidad de todo ser humano,
especialmente de los más débiles y necesitados.
Señor, haznos buenos samaritanos,
dispuestos a acoger, curar y consolar
a todos aquellos con quienes nos encontramos
en nuestro trabajo.
A ejemplo de los médicos santos que nos han precedido,
ayúdanos a dar nuestra generosa aportación
para renovar constantemente las instituciones sanitarias.
Bendice nuestro estudio y nuestra profesión.
Ilumina nuestra investigación y nuestra enseñanza.
Por último, concédenos que,
habiéndote amado y servido constantemente
en nuestros hermanos enfermos,
al final de nuestra peregrinación terrena
podamos contemplar tu rostro glorioso
y experimentar el gozo del encuentro contigo,
en tu reino de alegría y paz infinita.
Amén.