En el taller mecánico de El Maquipo, Sinaloa, trabaja Leonel Campas García, conocido como ‘El Chikilín’ por su impresionante altura de 2.30 metros, atribuida a una hormona del crecimiento alterada desde los 15 años.
A pesar de la opción de una intervención quirúrgica riesgosa, ‘El Chikilín’ optó por un tratamiento para controlar su crecimiento.
Leonel afrontó dificultades, pues era víctima de acoso en la escuela secundaria por su estatura, pesea esto completó sus estudios en la secundaria abierta, sin dejar que las críticas le afectaran.
Con la ayuda de su padre, Leonel Campas, le transmitió sus conocimientos en mecánica, convirtiéndose en su principal fuente de ingresos. Aunque recibió ofertas para un equipo de baloncesto profesional, reveló que prefiere centrarse en su trabajo.
La búsqueda de ropa adecuada es un desafío, ya que mide 2.30 metros, y su madre confecciona su ropa debido a la escasez de tallas.
Pese a todo, ‘El Chikilín’ ve la vida en positivo y vive su vida de la mejor manera, esforzándose en su trabajo y sabiendo que mejores cosas vendrán.