En la vida, hay cosas que parecen inevitables por ejemplo olvidar las llaves, tirar el agua, recibir o darnos un golpe en la cabeza.
Acciones que en un primer plano parecen insignificantes, pero, ¿lo son? O en realidad podría tratarse de algo tan serio como ser el origen de un cáncer, ¿no?
Al experimentar un trauma en la cabeza (golpes) se suele esperar dos cosas: dolor y un chichón. Sin embargo, y de acuerdo con la National Institute of Health, en algunos casos una conmoción puede tener efectos duraderos en el razonamiento, atención, aprendizaje, memoria…
Esta afección se trata de una masa o bulto de células anormales que se encuentran en el cerebro. Existen varios tipos: benignos (no son cáncer), malignos (cáncer). Algunas de sus señales, de acuerdo al Instituto Mayo Clinic son:
Dolores de cabeza que progresivamente son más frecuentes
Náuseas o vómito inexplicable
Problemas de la visión; ejemplo, visión borrosa o visión doble
Pérdida de sensibilidad
Dificultad al hablar
Confusión en asuntos diarios
Cambios en la personalidad.
Un tumor cerebral puede formarse en las células cerebrales o puede comenzar en otra parte y diseminarse al cerebro. A medida que el tumor crece, crea presión y cambia la función del tejido cerebral circundante, lo que causa signos y síntomas, como dolores de cabeza, náuseas y problemas de equilibrio.
Ojo, la velocidad con la que crece un tumor cerebral puede variar en gran medida por la ubicación y cómo afectará la función del sistema nervioso. Es importante que después de un golpe fuerte, en el que hay sangrado o desorientación acudas al médico. Al igual si presentas varios de los síntomas descritos anteriormente.