El país persa volverá a las conversaciones en Viena con las potencias mundiales el próximo lunes después de un parón de cinco meses tras la elección del presidente ultraconservador Ebrahim Raisi
Estados Unidos no se “quedará de brazos cruzados” si Irán se demora en regresar a un acuerdo nuclear en las conversaciones que se reanudarán la próxima semana en Viena, dijo el enviado especial estadounidense, Rob Malley.
“Si comienzan a acercarse demasiado, demasiado a la idea de ponerse cómodos, entonces, por supuesto, no estaremos preparados para quedarnos de brazos cruzados”, dijo el negociador a la National Public Radio (NPR), en extractos difundidos el martes.
Irán volverá a las conversaciones en Viena con las potencias mundiales el lunes después de un parón de cinco meses tras la elección de un presidente ultraconservador, Ebrahim Raisi.
Las negociaciones se producen después de que el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), al volver de una visita a Irán, diera cuenta de una falta de avances en las conversaciones en torno a las disputas sobre el programa nuclear del país.
El gobierno del presidente demócrata Joe Biden abrió las conversaciones a principios de este año con la esperanza de devolver a Estados Unidos a un acuerdo nuclear de 2015. Sin embargo, hasta el momento no ha logrado llegar a un entendimiento con el régimen de Irán.
“Estamos preparados para volver al acuerdo y levantar todas las sanciones que son inconsistentes con el acuerdo. Entonces, si Irán quiere volver al acuerdo, tiene una manera de hacerlo”, destacó Malley.
“Si no quiere volver al acuerdo, si continúa haciendo lo que parece estar haciendo ahora, que es arrastrar los pies en la mesa diplomática y acelerar su ritmo en lo que respecta a su programa nuclear; si ese es el camino que elige, tendremos que responder en consecuencia “, sentenció el diplomático.
Las negociaciones se llevan a cabo de forma indirecta, con un enviado de la UE entre Malley y la delegación iraní, que se niega a reunirse cara a cara con el representante de Estados Unidos.
Por su parte, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, lamentó este miércoles, a su vuelta de Teherán, la “falta de acuerdo” con el régimen de Irán, en un momento en que la expansión de su programa nuclear preocupa a la comunidad internacional.
“Las conversaciones fueron constructivas, pero no logramos un acuerdo pese a todos mis esfuerzos”, manifestó Grossi a los periodistas.
Después de varias semanas de un “silencio” que el responsable calificó de “sorprendente”, Grossi esperaba lograr algún progreso en algún tema complicado. “Pero claramente no, no hemos podido avanzar”, admitió.
El OIEA está preocupado por la restricción de las inspecciones desde el pasado febrero por parte del régimen iraní, que “dificulta seriamente” las tareas de verificación, según un informe reciente.
Otro tema en suspenso es la situación de cuatro lugares no declarados donde se han registrado materiales nucleares.
También preocupa el trato que se reserva a los inspectores del OIEA ya que algunos han sido sometidos a “registros excesivamente invasivos por parte de los agentes de seguridad” iraníes, según la Organización.
Cada país se compromete por ley a “proteger a los agentes de cualquier intimidación”, dijo Grossi. “Pero nuestros colegas iraníes”, argumentando razones de seguridad, “pusieron en marcha una serie de medidas que son claramente incompatibles con esto”, agregó.
“El tema salió a relucir y espero que no se vuelvan a producir este tipo de incidentes”, confió.
Entre otros altos responsables en Teherán, Grossi se reunió con Mohammad Eslami, que dirige la Organización Iraní de Energía Atómica.
Grossi admitió que, visto como habían transcurrido las conversaciones, decidió anular la rueda de prensa prevista en el aeropuerto de Viena el martes, a su vuelta de Irán.
“Nos estamos acercando al punto en que no podré garantizar más el conocimiento” sobre el estado del programa nuclear iraní, reconoció el responsable de la agencia nuclear de la ONU.
Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Hossein Amir Abdolahian, afirmó que aún es posible que Irán alcance un acuerdo con la agencia nuclear de la ONU para reactivar plenamente las inspecciones internacionales que vigilan que Teherán no desarrolle armas nucleares.
El jefe de la diplomacia iraní aseguró que mantuvo conversaciones “cordiales, francas y fructíferas” con Grossi, en su visita de ayer a Teherán. “Alcancé buenos acuerdos para la continuación de la cooperación. Sin embargo, para emitir un texto (comunicado conjunto), tenemos que trabajar en las palabras”, añadió Abdolahian.
El ministro afirmó que dentro de “poco” se celebrará otra reunión con el OIEA para finalizar el texto.
La visita de Grossi se produjo una semana antes de que se reanuden en Viena las negociaciones para salvar el acuerdo internacional sobre este programa nuclear iraní, que están suspendidas desde junio pasado.
El acuerdo, concluido en 2015 entre el régimen de Irán por una parte y Estados Unidos, Reino Unido, China, Rusia, Francia y Alemania por otra, significó para Teherán el levantamiento de algunas de las sanciones internacionales que asfixiaban a su economía, a cambio de reducir drásticamente su programa nuclear, que fue puesto bajo el estricto control de la ONU.
Pero Estados Unidos abandonó el acuerdo en 2018 bajo la presidencia de Donald Trump y reimpuso sus sanciones. Como consecuencia de esto, Teherán ha ido abandonando paulatinamente sus compromisos asumidos.
Las negociaciones fueron interrumpidas en junio tras la victoria electoral del ahora presidente iraní, el ultraconservador Ebrahim Raisi, quien exige que Estados Unidos levante todas las sanciones contra su país.
En un reciente informe, el OIEA destaca que Irán está produciendo cada vez más uranio enriquecido a una pureza muy superior a la permitida en el acuerdo de 2015, que limita el programa nuclear de ese país para evitar que se haga con armas nucleares.
Además, el OIEA también critica que sigue sin recibir respuestas sobre la naturaleza de trazas radiactivas de origen artificial en al menos tres instalaciones que Irán no había declarado como relacionados con su programa nuclear.
Con información de AFP y EFE