La vitamina B12 es fundamental para el organismo humano por diversos motivos. También denominada científicamente como cobalamina, se trata de una vitamina que especialmente se almacena en el hígado y realiza importantes funciones en el cuerpo humano.
Entre las misiones más importantes de esta vitamina en el organismo destaca la formación de glóbulos rojos, favorece el mantenimiento del sistema nervioso y previene enfermedades como la anemia megaloblástica.
No obstante, una de las características principales de este micronutriente es que se encuentra principalmente en alimentos de origen animal, como la carne, pescado, huevos, mariscos o productos lácteos.
Es prácticamente imposible encontrar esta vitamina en alimentos de origen vegetal, lo que puede suponer un inconveniente para muchas personas.
Principalmente, los alimentos más ricos en vitamina B12 son el hígado de ternera, solomillo de ternera, lomo de cerdo, queso, leche, sardinas, pulpo, salmón y mejillones. Incluyendo en la dieta de forma habitual alguno de estos alimentos podremos gozar de unos niveles óptimos de este micronutriente. Uno de los principales riesgos de presentar niveles bajos de vitamina B12 es que puede ser perjudicial para la síntesis de ADN, ocasionando la producción de glóbulos rojos de gran tamaño e inmaduros.
Y esto puede derivar en una enfermedad grave como la anemia megaloblástica.